PROS Y CONTRAS DE VIAJAR SOLO
PROS Y CONTRAS DE VIAJAR SOLO:
La soledad parece ser uno de los estigmas de esta sociedad y la gente huye de ella como de la peste. Sin embargo, no es lo mismo sentir la soledad que estar solo. No negaré que viajando solo existen momentos flojos en los que puedes echar en falta un poco de compañía, pero por lo general nunca me he sentido solo. Todo lo contrario: esa condición te convierte en una esponja necesitada de empaparse de lo que te rodea, de hablar con la gente, de comunicarte, de socializar.
Creedme: no hay viaje más solitario que el que uno pasa hablando e interactuando solo con sus compañeros de viaje sin salir de esa burbuja y sin contactar con la gente local.
No es que sea un monje eremita o no tenga amigos. Si puedo ir con alguien con quien sé que hay buena relación, no lo desdeño. Simplemente pienso que "Más vale solo que mal acompañado"es una máxima para grabar a fuego en el dintel de tu casa.
Viajar saca lo peor de nosotros mismos; son 24 horas sobre 24 fuera de tu entorno, sometido a cambios constantes, a sensaciones nuevas e inesperadas. Viajar cansa, agota. Te mueves en territorio desconocido y recibes continuos estímulos en todos los sentidos. Y no hay cuerpo humano que aguante eso sin estallar alguna vez. Igual que hay amigos para ir a tomar copas, hay amigos para viajar: siempre pocos y muy contados. Y nunca son los que te esperabas.
Que levante la mano el que no se ha llevado alguna vez un chasco al comprobar que un amigo o amiga del alma cambiaba por completo durante un viaje. Somos doctor Jekyll y mister Hyde a la vez. Y viajando siempre sale alguna vez el mister Hyde que todos llevamos dentro.
Me gusta viajar solo porque:
-Tengo independencia; no he de amoldarme a horarios ni gustos de nadie.
-No tengo que aguantar malos humores de nadie ni nadie tiene que aguantar los míos.
-Me obligo a ir con los cinco sentidos alerta.
-Creo que hay más posibilidades de conocer gente y entablar amistades que en grupo.
-Es bueno alguna vez en la vida estar a solas con uno mismo durante un largo periodo (aprendes mucho de ti).
-Adoro la sensación de estar solo en un paraje especial, en un atardecer, frente al océano, en lo alto de una montaña o en una duna del desierto. Es adictivo.
Mi consejo: si podéis viajar con alguien afín, hacedlo. Pero nunca dejéis de cumplir un sueño porque no tenéis compañero o compañera de viaje. Todo el mundo es capaz de viajar solo o sola alguna vez. Y además es una experiencia enriquecedora.
El temor es solo una barrera que nos pone una sociedad donde estar solo parece signo de fracaso personal.
Basta elegir el sitio adecuado (el sudeste asiático, por ejemplo, sería mi recomendación) y para evitar peligros, poner en la maleta un poco más de sentido común.
¿Has viajado solo o sola alguna vez? ¿lo harías?
Uno de los momentos más entrañables de mis viajes en solitario: isla de Amantaní, lago Titicaca, Perú. Febrero de 2007. La familia con la que me hospedaba se enteró de que era mi cumpleaños. Y en secreto me prepararon una tarta para que no lo celebrara solo. Momentos así justifican todo lo demás
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